El paisaje de la Cerdanya, en el Pirineo catalán, tiene como particularidad especial que lo atraviesan diferentes límites administrativos estatales y provinciales. La voluntad de pensarlo y planificarlo conjuntamente ha reunido en el proyecto "El paisaje transfronterizo de la Cerdanya" al Consejo Comarcal de la Cerdanya, la Communauté de Communes Pyrénées Cerdagne, la Agrupación Europea de Cooperación Territorial Pirineos-Cerdanya (AECT), el Parc Naturel Regional des Pyrénés Catalanes y el Observatorio del Paisaje de Cataluña. Todas estas administraciones y entidades sumarán esfuerzos para establecer unas bases de futuro que pongan en valor el paisaje transfronterizo como elemento clave para su desarrollo, con la complicidad de los principales actores sociales y económicos locales. Como primer paso para materializar el proyecto, estas entidades, con el apoyo del Departamento de Presidencia de la Generalitat de Cataluña (Casa de Perpinyà) y con la financiación del proyecto EUROCAT (programa comunitario POCTEFA), han editado un opúsculo muy completo que destaca los valores del paisaje de la Cerdanya a ambos lados de la frontera y dibuja el plan de trabajo a seguir. La cooperación transfronteriza en la Cerdanya no es ninguna novedad, como lo demuestran proyectos como el hospital y el matadero. Ahora, por primera vez, se aborda la gestión del paisaje en sintonía con el Convenio Europeo del Paisaje, que promueve el compromiso de "fomentar la cooperación entre fronteras a escala local y regional" y, según las necesidades, de "elaborar y aplicar programas comunes de valoración del paisaje". Oportunidades y retos similares a ambos lados El paisaje de la Vall Cerdana está formado por un mosaico agrícola y forestal único configurado por la closa de la Cerdanya, el río Segre y un patrimonio arquitectónico notable constituido por masías y antiguos pueblos, así como por algunas dinámicas urbanísticas vinculadas al desarrollo turístico, tal y como se recoge en los documentos elaborados inicialmente por el Observatorio del Paisaje y el Parc Naturel Regional des Pyrénés Catalanes. En este sentido, los principales retos que afronta el paisaje de la Vall Cerdana son la preservación y la puesta en valor de las estructuras del paisaje agrícola y natural de la llanura, como las cercas y las filas de árboles de la closa y la masía de la Cerdanya, la arquitectura de la piedra seca, los bosques de ribera y la red de canales y caminos. También son fundamentales la mejora de la imagen del entorno de los pueblos; la integración de las nuevas construcciones, especialmente las vinculadas al esquí; la mejora de las vistas escénicas desde las carreteras, así como la recuperación de un territorio históricamente dividido. En efecto, se considera que el paisaje común puede reforzar los lazos socioculturales que unen a la población. El proyecto impulsado por el Observatorio del Paisaje y otras administraciones aspira a convertirse en un instrumento de conocimiento de la zona, pero también, especialmente, de acción, de sensibilización y de compromiso. Así pues, será una iniciativa que permitirá establecer recomendaciones y propuestas concretas de mejora y promoción del paisaje dirigidas a los ayuntamientos y a las entidades de la comarca, partiendo de la base de que es un factor clave por su desarrollo y para fortalecer la conciencia de pertenecer a un lugar y a un paisaje común.

Foto: Jordi Bas