CATPAISATGE 2020. País, paisaje, futuro
Desde el 2005 el Observatorio del Paisaje ha centrado su labor en identificar y caracterizar los paisajes de Cataluña, en desplegar las herramientas previstas en la Ley del Paisaje y en contribuir a conseguir que Cataluña sea uno de los referentes europeos en las políticas de esta materia. Con estas líneas ya consolidadas, el Observatorio inicia ahora una nueva etapa y marca una hoja de ruta bajo el nombre de CATPAISATGE 2020.
La nueva estrategia, que tiene por lema "País, paisaje, futuro", enfatiza elementos como la internacionalización, el desarrollo local y la emprendeduría; la valorización de nuevos paisajes, y también la importancia de los valores, la investigación y la comunicación. CATPAISATGE 2020 se estructura en diez líneas de trabajo.
1. Internacionalización desde la singularización
El Observatorio del Paisaje siempre ha tenido la internacionalización como uno de les pilares de su trabajo. Ahora se pretende profundizar en esta línea como la vía para proyectar Cataluña en el mundo, teniendo en cuenta que esta tarea solo será un éxito si se enfatiza la singularización de un país que es uno de los más diversos de Europa en lo que a paisaje se refiere. Cabe destacar que a largo plazo los paisajes que mantengan, refuercen y desarrollen su identidad y personalidad tienen más posibilidades de prosperar que los que las hayan perdido, ya sean urbanos o rurales.
2. Vivir y producir en un entorno de calidad
La calidad del paisaje es un símbolo de la madurez y el nivel cultural de un país. En este sentido, los paisajes de calidad contribuyen a la proyección del país en el mundo y facilitan la competitividad de sus territorios, por ejemplo a la hora de conseguir atraer a empresas innovadoras y a mano de obra cualificada. Por otro lado, la producción local de calidad está ligada a paisajes de calidad.
3. Paisaje, creatividad y sectores estratégicos
La calidad y la singularización del paisaje tienen un impacto positivo en sectores como el cine, la publicidad, la moda, la gastronomía, el diseño... pero al mismo tiempo forman parte de las estrategias de desarrollo turístico y agrícola más exitosas. El turismo de calidad huye de los paisajes mediocres y deteriorados.
4. Paisaje y mundo local
Existe un consenso creciente acerca de que los paisajes –especialmente aquellos que tienen más personalidad- contribuyen al desarrollo local no solo desde el punto de vista económico sino también en lo que se refiere a autoestima, identidad y calidad de vida.
5. La creación de nuevos paisajes referenciales
Cataluña tiene muchos paisajes de referencia dotados de una potente carga simbólica desde hace décadas, e incluso siglos. Han llegado a la actualidad en más o menos buen estado y es necesario cuidarlos por su valor cultural e identitario. En el actual contexto de banalización creciente de muchos paisajes cotidianos, es prioritario esforzarse en crear nuevos paisajes de referencia, sin olvidar los tradicionales. Con la ayuda del diseño y el proyecto, debemos ser capaces de convertir paisajes anodinos –pero cotidianos- en paisajes de referencia con los que la población pueda sentirse identificada y con los que pueda dialogar.
6. Paisaje, ciudadanía y valores
El conocimiento de la diversidad de paisajes, el respeto y la sensibilidad hacia sus dimensiones naturales y patrimoniales o el placer de la contemplación son valores que refuerzan el cuerpo social y dignifican a la ciudadanía.
7. Paisaje, ocupación y emprendeduría
El paisaje genera oportunidades económicas y se convierte en un agente de creación de ocupación en sectores vinculados al territorio, la agricultura, el medio ambiente y la educación, pero también en ámbitos creativos emergentes en cuanto a su relación con el paisaje como el cine, la publicidad, la moda y la gastronomía, entre otros.
8. Cambio climático, energía y paisaje
El paisaje se convierte en un indicador de primer orden para captar el efecto del cambio climático, imaginar escenarios de futuro y diseñar estrategias de adaptabilidad y, también, de lucha contra este fenómeno, muy especialmente a partir del uso generalizado de energías renovables.
9. La investigación como valor en alza
La investigación en paisaje es un valor en alza que afronta conjuntamente algunos de los nuevos retos globales. Por otro lado, refuerza el potencial para la emprendeduría y la creación de ocupación en diferentes sectores.
10. Paisaje, educación y comunicación
No basta con educar en el paisaje: también es necesario saber comunicar el valor de la educación en el paisaje. La comunicación es una pieza clave de las sociedades contemporáneas y, en este sentido, se debe aprovechar el enorme valor comunicativo del paisaje, auténtico portador de mensajes fácilmente descifrables por el conjunto de la ciudadanía.