Un informe del Consejo General de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible (CGEDD, por sus siglas en francés), encargado por el Ministerio de la Transición Ecológica y Solidaria de Francia, cita las políticas catalanas del paisaje y la creación del Observatorio del Paisaje de Cataluña, dependiente del Departamento de Territorio y Sostenibilidad, como ejemplo a seguir para ese país.

Francia tiene una larga tradición en políticas de protección y gestión de lo que considera paisajes naturales o urbanos excepcionales. Sin embargo, el Convenio Europeo del Paisaje, que el estado francés ratificó en 2006, apuesta por una concepción mucho más amplia del paisaje, entendido como cualquier espacio del territorio que sea percibido como tal por la población, la caracterización del cual es fruto tanto de factores naturales como humanos.

En este nuevo contexto, Francia quiere emprender políticas de mejora de estos entornos más cotidianos, a menudo en riesgo de degradación, impulsar la participación de la población en esta materia e incrementar la formación de los profesionales que, directa o indirectamente, intervienen en el paisaje o en el urbanismo. Por todo ello, busca cómo introducir la vertiente paisajística de manera transversal en todas las actuaciones públicas.

Finalmente, a pesar de que cuenta con un alto grado de conocimiento de sus paisajes, no ha avanzado tanto en la introducción de objetivos de calidad integrados en los proyectos locales o en las políticas sectoriales fuera de los espacios protegidos.

Es por ello que el Consejo General ha elaborado el informe Intervenciones paisajísticas en Europa. Elementos de comparación para las políticas públicas francesas. El documento estudia las políticas y actuaciones de ocho estados y regiones europeas en materia de paisaje para identificar aquellas que se podrían transponer en Francia: Irlanda, Reino Unido, Países Bajos, Bélgica (región de Valonia), Alemania, Suiza, Italia y Cataluña.

Un "dispositivo coherente y completo"

En el caso catalán, el informe francés pone de relieve que el compromiso del Gobierno con el cuidado del paisaje se materializa en la Ley de protección, gestión y ordenación del paisaje, aprobada en 2005. El hecho de partir de un texto con rango de ley "anuncia una estrategia global y crea instrumentos de política de paisaje y un sistema de seguimiento colectivo y plural".

Se trata de un "dispositivo coherente y completo que ha sido institucionalizado", explica el informe, que posibilita "el conocimiento normalizado del paisaje, el encuadre de los instrumentos de planificación territorial, mapas para la mejora cualitativa y todo acompañado de una política de formación, educación y sensibilización ".

El conjunto se apoya en el trabajo del Observatorio del Paisaje de Cataluña, que "garantiza su pluralidad y su anclaje social y territorial".

Objetivos de calidad y colaboración ciudadana

El Consejo General francés cita, entre las diversas iniciativas catalanas, los siete catálogos del paisaje que ha redactado el Observatorio por encargo del Departamento de Territotori y Sostenibilidad. Son instrumentos que han permitido determinar la tipología y estado de conservación de 134 paisajes de toda Cataluña, identificar sus valores y, especialmente, "proponen objetivos de calidad a alcanzar" a ejecutar mediante directrices. Así, "los objetivos de calidad se transcriben directamente", resalta el informe.

En el apartado de iniciativas para estimular la participación de la población en el cuidado y gestión de los paisajes, el Consejo General del Medio Ambiente cita la Wikipedra, la enciclopedia online de las construcciones en piedra seca. Gracias a una red de 300 de colaboradores, se han podido identificar y catalogar más de 16.000 de estos elementos del patrimonio agrario catalán.

Igualmente, pone en valor las cartas del paisaje, que son compromisos del mundo local de un territorio determinado para mejorar y potenciar su entorno, para las que el Observatorio ofrece asesoramiento técnico. El informe resalta la Carta del paisaje del Priorat como "proyecto impulsado y pilotado por los habitantes" de esta comarca, "que han decidido tomar las riendas del futuro de su territorio, apoyándose en la renovación de la economía vinícola local ".

En cuanto a iniciativas europeas de sensibilización ciudadana, el Consejo cita el proyecto del Observatorio Ciudad, territorio, paisaje, dirigido a los escolares para que trabajen la importancia de los diferentes paisajes que les rodean, más allá del patrimonio natural protegido, y también sus diversas publicaciones y jornadas de divulgación, "sobre temas menudo pioneros", como el paisaje y la salud.

Otros proyectos catalanes

Además de estas actuaciones que forman parte de la línea de trabajo del Observatorio, el informe francés enumera otras acciones de recuperación y mejora del paisaje que se han llevado a cabo en Cataluña.

Así, explica el proyecto Life Pletera de desurbanización y recuperación de la funcionalidad de los sistemas costeros de Torroella de Montgrí, financiado en parte por el programa europeo LIFE. Finalmente, detalla la deconstrucción del antiguo Club Méditerranée en el paraje de Tudela, el Cap de Creus, y la renaturalización de la zona, financiada por el Departamento de TES y el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

Políticas públicas coherentes

El estudio del caso catalán y de los otros siete países y regiones europeas sirve a los autores del informe para concluir que "Francia corre el riesgo de impulsar políticas públicas que subestimen la necesaria coherencia, dado que la ausencia de visión de conjunto de el espacio conduce a una degradación progresiva de la calidad de vida ".

Para evitarlo, el Consejo General del Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible recomienda al gobierno francés "definir una auténtica estrategia global, estableciendo las prioridades en función de los actores y de los territorios implicados". También apuesta por "introducir una visión paisajística en las políticas sectoriales e impulsar la cultura del paisaje entre la ciudadanía".