Urbanizaciones
Las urbanizaciones, en general constituidas por casas unifamiliares o adosadas, o por una mezcla de las dos, han desembocado en un modelo urbanístico desordenado, a veces incoherente, de baja densidad y desligado de los asentamientos urbanos tradicionales, basados en la compacidad y en la densidad. Otras consecuencias paisajísticas de este modelo de urbanización son una progresiva uniformización de los paisajes, la alteración de referentes paisajísticos de primer orden, el incremento de vulnerabilidad frente a los incendios forestales, la desaparición de suelos agrarios de calidad y, en definitiva, un empobrecimiento general de la calidad del paisaje. Este es un modelo de urbanización que hoy en día se considera obsoleto.
Los catálogos de paisaje de Cataluña han definido instrumentos y medidas que pueden servir de base a los organismos locales a la hora de perseguir los siguientes dos objetivos en relación con sus urbanizaciones:
- Evitar la dispersión de las urbanizaciones y promover su religado con los tejidos de los núcleos urbanos.
- Mejorar la calidad paisajística y los déficits existentes en las urbanizaciones.
Algunos instrumentos y medidas que se pueden aplicar en los municipios son:
- Con el objetivo de evitar una mayor dispersión en el territorio, favorecer la ocupación de los espacios libres del interior de la urbanización.
- Evitar la urbanización en las áreas que están en contacto con espacios de interés natural o de conexión paisajística.
- Impulsar estrategias de urbanización que religuen la urbanización con los núcleos urbanos, especialmente en urbanizaciones vinculadas a la primera residencia y a las redes de comunicación.
Algunos instrumentos y medidas que se pueden aplicar en los municipios son:
- Mejorar la calidad estética de los accesos, construcciones (tipologías, alturas, dimensiones), vallas o cubiertas, a fin de dotar a la urbanización de carácter y personalidad.
- Mejorar los perímetros de la urbanización, con finalidades estéticas y de protección ante los incendios forestales (los límites deberían ser claros e identificables).
- Velar por la prevalencia de los elementos naturales en el conjunto de la urbanización.
- Disponer de una lista de especies autóctonas para el ajardinamiento (público y privado) y para su uso en vallas arboladas, en coherencia con el paisaje del municipio en el que se encuentran.
- Mejorar la calidad estética de elementos constructivos como las casetas de los transformadores, los buzones comunitarios, las zonas de recogida de basura, iluminación de baja intensidad, asfaltado, aceras, etc.
- En algunas urbanizaciones se pueden elaborar cartas de color.
- Dotar de identidad espacios que carecen de contenido simbólico e identitario. Cuatro maneras de hacerlo podrían ser:
- Integrar y valorar los elementos y los espacios con valor histórico, simbólico, ecológico, religioso, productivo o estético que se hallen dentro de las urbanizaciones o cerca de ellas (márgenes de piedra seca, casas de labranza, torres, castillos, etc.).
- Identificar el nombre de la urbanización y los nombres de las calles con rasgos característicos de los núcleos a los que pertenecen o del paisaje en el que se ubican.
- Buscar vías para incrementar la sociabilidad de los habitantes de las urbanizaciones (actividades colectivas, adaptación de espacios públicos pertinentes, etc.).
- Potenciar la ubicación de miradores, así como el paso de itinerarios señalizados de conocimiento del paisaje.