Muskiz aprueba varias medidas para mejorar su ambiente sonoro
El siguiente paso será la elaboración de una normativa municipal del ruido
MUSKIZ. Los resultados de la evaluación acústica del municipio, recogida en el mapa de ruidos que la Corporación municipal aprobó el pasado mes de octubre, destacan como principales focos de ruido que afectan a zonas residenciales el tráfico viario de las carreteras N-634 y BI-2701; y, afectando al barrio de San Julián y espacios naturales, la A-8 y la carretera de la playa, así como la actividad industrial que se da en el entorno.
Se trata de focos de ruidos con una gestión externa al Ayuntamiento, por lo que el plan de acción para la mejora del ambiente sonoro de Muskiz -aprobado este jueves en el pleno municipal-, considera de interés establecer cauces de comunicación con los gestores de estos focos de ruido "para impulsar planes conjuntos que reviertan en una mejora de la calidad acústica del municipio", destacó a DEIA el concejal de Medio Ambiente, Unai Landaburu.
Por ello, el proyecto municipal propone, entre otras medidas, establecer comunicación con los responsables de los gestores externos para informarles sobre las intenciones de colaboración para elaborar un plan de ación zonal conjunto.
COORDINACIÓN. "Lo que se pretende es que se coordinen los planes de acción de cada Administración respecto a los diferentes focos de ruido", apuntó Landaburu.
El documento establece que en los próximos cinco años deberían desarrollarse seis líneas de actuación en las que además de la colaboración con los gestores externos, destacan la mejora de la información acústica -mediante análisis más detallados-, la prevención de la afección acústica -incorporando los datos al planeamiento urbanístico-, la protección de las "zonas tranquilas" o la divulgación y concienciación en esta materia.
El fin último de este proceso, iniciado con la elaboración del mapa de ruidos y el mencionado plan, no es otro que desembocar en 2013 en la aprobación de una ordenanza municipal de ruidos y vibraciones. El actual equipo de gobierno dejó clara, desde el inicio de la actual legislatura, su intención de desarrollar la normativa local "en función de lo que marcase el estudio del mapa de ruido por parte de una empresa especializada que estableciera la línea a seguir".