El sonido de las ciudades en red
¿Cuál es el sonido de las ciudades, cómo cambia y cómo lo percibimos? ¿Cuál es la diferencia entre música y sonido? A estas y más preguntas intenta responder el artista italiano Roberto Paci Daló, fundador del colectivo Giardini Pensili, invitado de honor de la 11ª edición del Festival Zeppelin, que, bajo el título Sonidos en causa: ciudades en red, se ha celebrado este fin de semana en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB).
Evento de referencia en el ámbito de la investigación sonora, Zeppelin no solo ha conquistado un público fiel en esta última década, sino que ha conseguido establecer una red de ciudades que trabajan en las mismas temáticas y poner en marcha el Sonoscop, un archivo multimedia de música experimental y arte sonoro, que supera el millar de piezas, accesible al público, tanto digital como presencialmente.
La cosmología del paisaje sonoro ha sido el hilo conductor del trabajo de Paci Daló desde mediado de la década de 1990. Sin embargo, es a partir de 2007 cuando empieza a desarrollar el proyecto City works, que define como "una sistematización de las exploraciones de los paisajes sonoros urbanos y la percepción del sonido en el espacio". Los espacios sonoros, explica, "son campos de batalla sensoriales, donde se puede trabajar de forma táctica y estratégica. De ahí la necesidad de construir espacios inmersivos, donde el público se encuentra literalmente sumergido en una piscina de frecuencias. No tiene nada que ver con la edad o la cultura, son entornos de descubrimiento e imaginación para todos".
Paci Daló, que realiza sus actuaciones tanto en teatros tradicionales como en raves secretas, clausuró Zeppelin con Libro atlántico, un diario concierto sonoro, concebido con motivo del festival, basado en la improvisación y la combinación de fragmentos pregrabados por el artista y sonidos en tiempo real procedentes de las demás ciudades que participan en el proyecto: Córdoba, en Argentina; São Paulo, en Brasil; Santiago de Chile; Medellín, en Colombia, y la propia Barcelona. "A pesar de que el sonido sea invisible, la idea es ofrecer al espectador una experiencia tangible y física", indica el artista. "Un sonido de pocos segundos es capaz de evocar un sistema perceptivo complejo y tiene una capacidad de penetración mucho mayor que las imágenes. Los sonidos tienen características subliminales más acentuadas y nos obligan a elaborarlos en tiempo real, estableciendo prioridades de forma inconsciente. La repetición del sonido puede llegar a crear un nivel de tensión terrible, que actúa directamente en el sistema neuronal", añade.
Entre las otras propuestas de Zeppelin, destacan los trayectos sonoros; fragmentos de 20 minutos consultables a la carta; las reelaboraciones de estas grabaciones a cargo de 20 artistas elegidos a través de una convocatoria pública, y Sonidos en causa, un concierto en colaboración con las ciudades antes mencionadas, que ya tiene aplicación para iPhone e iPad. "También hemos puesto a disposición del público el dispositivo que utilizamos para los conciertos en directo, en los que participan simultáneamente artistas de las ciudades latinoamericanas que forman parte de la red", concluye José Manuel Berenguer, director de Zeppelin y fundador de la Orquestra del Caos.