¿A que suena Barcelona?
Suena a idiomas distintos hablados a la vez, a motos, al ruido que hacen los vendedores de butano..
Imagine que este mediodía, a la hora del aperitivo, pide una bolsa de patatas. La abre y las empieza a comer. Pero ocurre que cuando las mastica, en lugar de crujir, suenan exactamente como los muelles de un viejo somier. (En efecto, dado el ritmo de la masticación, podría resultar una melodía muy sugerente.) El sonido acompaña cada una de las cosas que hacemos identificándolas, atribuyendo orden a nuestro universo.
La ciudad funciona de un modo parecido. Es un ser vivo masivo. Ruge día y noche con diversas tonalidades sonoras. Hay un tipo de gente, poco numerosa y ciertamente exótica, que se dedica a pescar esos sonidos. Los detecta, los graba, los clasifica...
Les reconocerá porque cuando explican qué hacen señalan una interesante distinción semántica: lo que para casi todo el mundo es ruido, para ellos es sonido.
¿A qué suena Barcelona? August Casanovas, uno de los cazadores en este reportaje, sostiene que posiblemente suena a gente que habla idiomas distintos. David Ciscar, otro pescador de archivos, cree que hay dos sonidos identitarios de la ciudad: las terrazas de los bares y las motos.
Las motos son también el símbolo sonoro de Barcelona para Ricard Casals - el pescador más veterano de todos-y 'a veces, desde los tejados, se escuchan las gaviotas, el rumor pastoso del tráfico y muchas motos'. Ariadna Alsina sugiere que tal vez el sonido distintivo de Barcelona es el clinc-clinc de los repartidores de butano o los vendedores de latas en la playa: '¡¡Cerveeeza, refreeeescos...!!'.
Ariadna es la responsable de Sons de Barcelona, el proyecto que ha convertido estos sonidos en un mosaico de internet. No es una iniciativa de excéntricos. Detrás de él está el Music Tecnology Group (MTG) de la Universitat Pompeu Fabra que dirige Xavier Serra. Sons de Barcelona es la página local de un proyecto global, Freesound. org, creada también por el MTG, una colosal biblioteca digital de sonidos de todo el planeta donde se han colgado más de 64.000 registros tomados por gente que colabora desde todas partes del mundo.
Allí podrá escuchar la señal sonora en el interior de los trenes que llegan a las estaciones de Tokio. Y descubrirá cuánto se parecen con los que puede escuchar en el AVE o el metro de Barcelona. En realidad esa es una de las cuestiones que se constatan en este trabajo colectivo de Freesound. Del mismo modo que se discute sobre cómo las franquicias han uniformado el paisaje comercial de las ciudades o los arquitectos estrella han banalizado los edificios, 'la sintetización ha estandarizado los sonidos cotidianos - sostiene Xavier Serra-.Todas las cámaras fotográficas suenan igual porque imitan el sonido de una cámara real'.
Cierto. Sin correr riesgos innecesarios, traten de importunar a un autobús en París. Si cierran los ojos, tendrán la impresión de que les va a atropellar el Trambaix de Barcelona. Ambos utilizan exactamente la misma señal sonora, síntesis de la campana de los tranvías de Lisboa.