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Paisatges de la pedra seca
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El Consell de Mallorca apoya la candidatura de la 'pedra en sec' como Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad

09/06/2016
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El Economista

El Pleno del Consell de Mallorca ha aprobado este jueves por unanimidad apoyar la candidatura internacional para que la Unesco declare la técnica constructiva tradicional de la 'pedra en sec' como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Este reconocimiento pondría en valor a nivel internacional el trabajo llevado a cabo para conservar y transmitir la cultura de la 'pedra en sec' y contribuir a mantenerla, según indican desde la Institución insular en un comunicado. La candidatura es una iniciativa de varios países (Chipre, Grecia, Portugal, España, Suiza, Francia, Croacia y Bulgaria), liderada por Grecia, y que se prevé que sea presentada a la Unesco en el año 2017. Como iniciativa multinacional, cada país debe llevar a cabo una serie de procedimientos internos para asegurar que el patrimonio que se presenta en la Unesco forma parte del inventario nacional de patrimonio cultural inmaterial y aportar la información necesaria para elaborar el dossier de candidatura. El Departamento de Medio Ambiente colabora con la Dirección General de Cultura del Govern para llevar a cabo esta tarea. La 'pedra en sec', además de un patrimonio material centrado mayoritariamente en las construcciones que marcan el paisaje rural de las Islas (márgenes, paredes, barracas, caminos, etc.), tiene unos valores inmateriales de carácter cultural únicos. VALORES INMATERIALES Los conocimientos y la técnica necesarios para construirlas, o los oficios relacionados con su construcción, mantenimiento y uso, son algunos elementos de este patrimonio inmaterial. Con este reconocimiento internacional se vería reconocida la labor de los antepasados para conservar y transmitir toda la cultura de la 'pedra en sec' y, a la vez, se contribuiría a mantener las actividades tradicionales ligadas a ella y a conservar los valores inmateriales. La declaración de Patrimonio de la Humanidad es un reto que deben asumir todos los sectores de la sociedad mallorquina, desde la administración hasta todas las formas de la sociedad civil. Para alcanzar este objetivo, son clave la sensibilización, la concienciación y la participación de la ciudadanía y de todos los agentes sociales, así como la implicación de las entidades locales, según apuntan desde el Consell.