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Cuál es el jardín ideal

08/09/2006
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Analía de la Llana,
Los Andes

Cuando el límite es la imaginación y no el espacio, cuando el espacio exterior es la proyección del interior, es entonces cuando hablamos de paisajismo (un concepto que remite a la "arquitectura del paisaje").

Convertir espacios verdes en lugares especiales requiere ciertos fundamentos, decisiones y mano de obra especializada. Hay que tener en cuenta las plantas, especies y variedades, sin dejar de lado el exquisito encanto de un jardín bien ordenado, con armonía entre colores, alturas y follajes, tanto en grandes parques como en terrazas o balcones.

De aquí y otras yerbas

A la hora de pensar en el diseño de un buen jardín, los especialistas destacan que la gran mayoría de las especies con las que se trabaja son exóticas. Si bien no se dejan de lado las autóctonas (como el algarrobo, chañar, el retamo, jarillas, cactus o distintas especies arbustivas), la tendencia elegida por la mayoría es la de tener un parque con especies variadas.

Según explicó el arquitecto Hugo Ponce, "en terrenos chicos se hace más difícil la utilización de coníferas. En general se trabaja con especies de tronco desnudo, para que se pueda desarrollar la actividad. Desde aromos y prunos, hasta ciruelos rojos. También se usan mucho las enredaderas que sirven para simular los límites del jardín".

En el caso de terrenos más grandes, se puede trabajar especies por "biomas", utilizando las coníferas de fondo, ya que uno de los puntos más fuertes con los que trabaja el paisajismo es el de figura-fondo.

El oasis es la expresión de un paisaje hecho por el hombre, y como todo, obliga a la previsión y el cuidado. "En el caso de los árboles, si bien se dan perfectamente, requieren de agua en mayor o menor medida. Un ejemplo de esto lo representan el acacia visco o el aguaribay. Dentro de las especies exóticas, el plátano da ejemplares muy buenos, que requieren agua pero no en condiciones extraordinarias", detalló el profesor.

LOS MATERIALES

Aún en climas y suelos tan áridos como el nuestro, la magia de la mano del hombre no se deja amedrentar por la naturaleza. Se puede pensar desde una fuente o un estanque, hasta jardines acuáticos o cascadas. Todo es posible.

Según explicó Raúl Amprimo, doctor en arquitectura, director y profesor de la carrera de Paisaje de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Mendoza, "hay algunas expresiones que pueden ser más ricas que otras, de acuerdo a las características del terreno y los recursos económicos. La expresión de una alfombra verde de césped es algo agradable y sencillo, mientras que por otro lado, también existen otro tipo de expresiones, como las de un jardín japonés donde pueden primar los materiales inertes, como la roca, el ripio, la piedra o el agua".

Un elemento que puede resultar interesante es la iluminación en caminos, distintas texturas de diversos materiales, y por supuesto el agua, un factor esencial. En cuanto a los pisos, se utiliza desde cemento calcáreo con mayor refracción de la luz, hasta los de polvo de ladrillo.

CADA CASA, UN JARDIN

Sin lugar a dudas el jardín proyectado tiene que ver en general con la vivienda. Representan en sí mismos, un traslado de las funciones internas, como el patio de servicio, el patio que da al estar o el patio que da a la zona de dormir, variando de acuerdo al contacto directo con la arquitectura.

El entorno a la vivienda mucho tiene que ver. No se puede proyectar sin saber si hay un árbol al lado, si existe una pendiente fuerte, el tipo de suelo que hay o las condiciones ambientales, que también tienen que ver con el jardín.

Amprimo destaca: "La parte interesante es el manejo de los colores, de las texturas, inclusive hay quienes piensan que un jardín tiene que tener interés durante todo el año. Si no son las flores, son las hojas, que se pueden mantener con el ojo especializado".

El manejo del clima es otra de las pautas importantes del proceso de puesta en marcha. Desde saber "usar" la brisa y colocar árboles en donde su sonido se exprese, hasta la nieve, el vapor de agua, la humedad, los reflejos en el agua, entre otros tantos recursos.

A LA HORA DE PROYECTAR EL JARDÍN

Según explicó Hugo Ponce, arquitecto, "el paisajismo es una cuestión de diseño, donde se pone en juego el manejo de conocimientos técnicos y humanos que hay que tener, sin dejar de lado -como una de las premisas básicas- a quién va dirigido. Es poder diseñar el ambiente para el confort humano".

El proceso creativo es un mix entre lo que el cliente quiere y lo que el profesional sabe. Por su parte, entre las múltiples necesidades que tiene en cuenta este último a la hora de bosquejar el diseño del jardín, se encuentran cinco que son básicas: la ambiental (necesidad profesional del manejo del ambiente, el lugar por donde se produce la actividad humana); social (indica a quién va apuntado); estética; subjetiva (es cómo lo va a percibir cada persona adecuado a su experiencia); y uno de los propios elementos (las especies con las que se va a a trabajar).

Otro de los puntos a tener en cuenta a la hora de proyectar un jardín es discernir el rol que cada especialista tiene. "La diferencia entre un técnico y el paisajista, es que el primero da las características de las plantas, y el paisajista, diseña y conjuga las especies para que puedan convivir desde lo estético y lo biológico", comentó Ponce.