De ruta por los árboles con historia
La Xunta pone en marcha un itinerario para visitar los ejemplares con más valor en Galicia, y que incluye ocho especies de la comarca
Galicia es un gran parque natural, rezaban hace años los eslóganes turísticos que trataban de acercar a la comunidad visitantes atraídos por su maravilloso paisaje. O sea, que las potencialidades de las vistas que cualquier rincón gallego pueden proporcionar a los ojos foráneos ya hace tiempo que se explotan con buenos resultados, pero se echaba en falta la puesta en valor de aquellas especies naturales que dan lugar, en conjunto, a ese panorama extraordinario.
Esa carencia se está subsanando ya, baste poner como ejemplo la ruta de la camelia, con especial protagonismo en las Rías Baixas. Pero hay otros muchos atractivos naturales susceptibles de ser visitados y puestos en valor, y entre ellos figuran los árboles centenarios o singulares que, por su edad, por su rareza, su belleza u otros motivos son susceptibles de explotar turísticamente.
Con este objetivo, la Consellería de Medio Ambiente ha puesto en marcha la iniciativa Árboles con historia, con un doble objetivo: aprovechar turísticamente su valor o su interés natural y concienciar a la población en la necesidad de cuidar estos ejemplares.
Algunos se conservan en pazos, otros figuran en espacios públicos o montes comunales, pero todos ellos forman parte del Catálogo galego de árbores senlleiras. Una ruta turística permitirá visitarlos y conocerlos, tal y como dio a conocer esta semana la conselleira de Medio Ambiente, Ethel Vázquez. La ruta recorrerá 52 árboles gallegos, desde los que figuran en los jardines del Pazo de Oca a la Figueira do Meco, que crece entre rocas en el monte Siradella como testigo y bastión de la leyenda del Meco, de cuyas ramas fue colgado, según la tradición, el señor feudal que abusaba de las mujeres.
DE VILAGARCÍA A O GROVE
La ruta permitirá visitar seis especies en Santiago, nueve en Padrón, otras nueve en Vedra, un árbol en Cuntis, seis en A Estrada, uno en Poio y diez en Pontevedra, pero también ocho que crecen desde tiempos inmemorables en la comarca. Cuatro están en Vilagarcía; son magnolios y araucarias del pazo de Rubiáns y de los jardines de Artime, en la playa Compostela. Los demás están en el pazo de Quintáns, en Meis; en el pazo de Barrantes, en Ribadumia y en Tremoedo, en Vilanova. El recorrido finalizaría en A Siradella, para visitar la famosa higuera que identifica a O Grove.
Por si la naturaleza no fuese suficiente, la ruta marida paisaje con arquitectura, con visitas a pazos, monasterios y hospederías ubicadas en los montes o en las orillas de los ríos.