La confianza que nos ha transmitido el equipo del Observatorio del Paisaje nos ha dado el empuje para escribir sobre paisaje sin ser expertos, sino más bien situándonos en el lugar de la experimentación, de la prueba -error, de la escucha, del 'hacer mientras pasa'; espacios que reconocemos como propios en la práctica artística contemporánea.
Tenemos la suerte de tener al geógrafo y fundador del Observatorio del Paisaje Joan Nogué cerca; cerca porque vivimos a menos de seis kilómetros de distancia, y cerca porque mantenemos un espacio de conversación preciado con él y Adela, donde tenemos la oportunidad de charlar - como mínimo - cada estación del año. Partiendo de problemáticas locales que nos preocupan, hablamos sobre sistemas de reaprovechamiento de agua, construcción con madera, gestión forestal, el papel de los bosques, qué comen los carboneros o si los gansos notan el cambio de tiempo, que ha dejado caer las pocas gotas de lluvia que hemos visto últimamente. La conversación se va hilando, y nos adentramos en los estereotipos e incluso arquetipos en el paisaje, las geografías invisibles, los paisajes incógnitos, los paisajes que no ves, pero los oyes, y volvemos a Lin Yutang, el filósofo y escritor chino que descubrimos en una de las primeras conversaciones con Joan hace ya unos años. Así recordamos uno de sus aforismos, que para nosotros ya es una frase célebre: "La mitad de la belleza de un paisaje depende del mismo paisaje, y la otra mitad de quien lo contempla".
Podríamos decir que esta dimensión perceptiva e incluso subjetiva significó nuestra puerta de entrada al paisaje. Allí sentimos cómo se cruzaban estas cuestiones con nuestro trabajo, con nuestra práctica, con el entendimiento que tenemos de la cultura, del arte e incluso de la vida. Como nos explica Juan, "el paisaje es a la vez, significante y significado, continente y contenido, realidad y ficción". Sin embargo, podríamos cambiar la palabra paisaje por pintura, teatro o incluso cine. Así hablamos de que, a partir de ciertos valores socialmente consensuados, se pueden generar emociones individuales y subjetivas, que permiten lecturas diversas y corales. Esta analogía que puede parecer obvia generó en nosotros la curiosidad suficiente para mantener viva una línea de investigación artística en torno al paisaje hasta la fecha. Así la exposición 'Canvi d’Aires' (Premio de Artes Visuales Casa Elizalde 2019) ya contuvo reflexiones a caballo entre paisajes de Colombia y Mieres (Girona). Estirando el hilo, en 2021 iniciamos una nueva búsqueda de largo recorrido llamada Geografías invisibles. Hemos tenido la suerte de que el Observatorio del Paisaje nos ha acogido con una amabilidad infinita, lo que nos ha permitido consultar materiales del Centro de documentación, mantener diálogos con varias personas de la casa, apuntar referencias de otros trabajos, y hacer preguntas y preguntas durante meses. Una buena guía para poder crear un nuevo trabajo que hemos llamado 'Desenfocar l’anécdota', que se podrá visitar en el Museo de la Garrotxa - en el mismo edificio donde se encuentra el Observatorio del Paisaje de Cataluña - del 10 de febrero al 21 de abril de 2024.
Queremos que este pequeño escrito sirva para reivindicar espacios de conocimiento compartido y transdisciplinar como el que hemos podido experimentar nosotros. Sentimos que los compartimentos son a menudo estancos entre disciplinas que podrían retroalimentarse con facilidad. De hecho, un 'compartimento estanco' es "cada una de las secciones independientes que tiene el buque de un barco para evitar su hundimiento pese a que se inunde una". Teniendo en cuenta el momento de crisis ecosocial que estamos viviendo, pensamos que nos toca abrir vías de contacto, de transmisión, para crear vasos comunicantes que quizás sean los que nos den la estabilidad suficiente para que el barco no acabe hundiéndose.
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