Me complace especialmente presentar este número de Paisaj-e que coincide con el 15º aniversario del Observatorio del Paisaje de Cataluña y, al mismo tiempo, de la Ley 8/2005, de 8 de junio, de protección, gestión y ordenación del paisaje aprobada por el Parlamento de Cataluña y que sirvió para constituir el Observatorio.
Esta ley fundamental subraya que los paisajes de Cataluña son extremadamente ricos y variados, y considera que «la geología, la orografía, la climatología y otros factores naturales se han unido a la acción humana para dotar al territorio catalán de una variedad paisajística extraordinaria».
¡Cuánto camino recorrido durante los últimos quince años, cuánto trabajo hecho y cuántos resultados se han obtenido!
Quiero felicitar de todo corazón a Pere Sala, director del Observatorio, así como sus colaboradores Laura Puigbert, Jordi Grau, Gemma Bretcha, Anna Jiménez, Montse Vila y Anna Montero por la extraordinaria labor que han hecho y que siguen haciendo en pro de una gestión cuidadosa del entorno de la vida y del entorno de vida, el paisaje.
¡Por muchos años en el Observatorio del Paisaje de Cataluña!
Muchas felicidades
Muchas felicidades
Muchas felicidades, Observatorio del Paisaje de Cataluña
¡Muchas felicidades!
Conviene recordar, con motivo de esta celebración, que el Observatorio nació en buena estrella y que varios magos y hadas se acercaron a bendecirlo: Joan Nogué, Joan Ganyet, Margarita Ortega, José Miguel Alonso Fernández-Aceytuno, Florencio Zoido, Linarejos Cruz, Carmen Caro, Francesc Alavedra, Jaume Busquets, Eduard Rosell, Oriol Nel·lo, Albert Cortina, Agustí Serra y Josep Armengol, entre otros que pido disculpas si no les he mencionado aquí. Estas personas (autoridades públicas, jefes de administraciones, académicos, profesionales y miembros de la sociedad civil) han colaborado tanto a escala nacional como regional y local para llevar a cabo un trabajo de alta calidad que a menudo ha servido como fuente de inspiración para actores de otros territorios, en Europa y en otros continentes.
El trabajo del Observatorio en materia de planificación territorial (catálogos de paisaje y directrices del paisaje), de uso de instrumentos de conciliación de estrategias paisajísticas (mapas de paisajes), de sensibilización de la sociedad sobre cuestiones paisajísticas, así como de educación y de formación de especialistas en este campo, ha sido presentada en diversos encuentros de los Talleres del Consejo de Europa para la aplicación del Convenio Europeo del Paisaje. Uno de estos encuentros, organizado gracias a la cooperación del Ministerio de Medio Ambiente español, la Generalitat de Cataluña, el Observatorio del Paisaje de Cataluña y la ciudad de Girona, tuvo lugar en Girona en el año 2006, con una cálida atención recibida por parte de la alcaldesa Anna Pagans.
Como órgano de apoyo y de colaboración con la Administración de la Generalitat de Cataluña para elaborar, aplicar y gestionar las políticas de paisaje, el Observatorio del Paisaje de Cataluña representa una ilustración perfecta del papel que deben desarrollar los observatorios del paisaje, en el sentido de la Recomendación CM/Rec (2008)3 del Comité de Ministros a los estados miembros sobre la aplicación del Convenio Europeo del Paisaje.
También queremos agradecer al Observatorio del Paisaje que haya dado cuenta de las políticas públicas adoptadas e implementadas en Cataluña en el sistema de información del Consejo de Europa sobre la aplicación del Convenio Europeo del Paisaje.
Se trata, tal como destaca la Ley del paisaje de Cataluña, de preservar la riqueza paisajística considerada patrimonio «ambiental, cultural, social e histórico». Esta Ley recuerda que el paisaje tiene un impacto en la calidad de vida de los ciudadanos y a menudo se transforma en una fuente de desarrollo económico, en particular para el turismo, pero también para las actividades agrícolas y forestales, así como para la cría de animales.
Asimismo, se trata de alcanzar un desarrollo sostenible basado en un equilibrio armonioso entre las necesidades sociales, la economía y el medio ambiente.
Por último, dado que el paisaje pide que haya una parte de poesía en el planteamiento que se hace, quiero citar Josep Palau i Fabre:
«L’alquímia, pel que té, doncs, de no estrictament científic —de no químic, de no matemàtic—, de no reductible a fórmula, és encara, en aquest sentit, una afirmació, potser desesperada, de la llibertat humana.»
Poemes de l’Alquimista, Quaderns de l’Alquimista, OC II, pàgina 372.
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